“¿QUIÉN ha creído á nuestro anuncio? ¿y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová?  Y subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca: no hay parecer en él, ni hermosura: verlo hemos, mas sin atractivo para que le deseemos.  Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto: y como que escondimos de él el rostro, fué menospreciado, y no lo estimamos.  Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.  Mas él herido fué por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados: el castigo de nuestra paz sobre él; y por su llaga fuimos nosotros curados.  Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino: mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.  Angustiado él, y afligido, no abrió su boca: como cordero fué llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.  De la cárcel y del juicio fué quitado; y su generación ¿quién la contará? Porque cortado fué de la tierra de los vivientes; por la rebelión de mi pueblo fué herido.  Y dipúsose con los impíos su sepultura, mas con los ricos fué en su muerte; porque nunca hizo él maldad, ni hubo engaño en su boca.  Con todo eso Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole á padecimiento. Cuando hubiere puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.  Del trabajo de su alma verá y será saciado; con su conocimiento justificará mi siervo justo á muchos, y él llevará las iniquidades de ellos.  Por tanto yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fué contado con los perversos, habiendo él llevado el pecado de muchos y orado por los transgresores.”  Isaías 53

 

Para comprender la importancia de quién es Jesús, lo que hizo Jesús y el por qué es necesario para cada persona, tenemos que dar un vistazo a la Palabra de Dios, la Biblia.

 

Jesús es el Redentor de la humanidad:

 

“Así dice Jehová, Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo el primero, y yo el postrero, y fuera de mí no hay Dios.”  Isaías 44:6

 

No hay ningún otro a quién recurrir, no hay otro dios. Debemos darnos cuenta que la Biblia no es simplemente un libro religioso sino más bien es la Palabra de Dios para toda la humanidad.

 

“Toda Escritura es inspirada divinamente y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instituir en justicia,”… 2 Timoteo 3:16

 

“Porque la profecía no fué en los tiempos pasados traída por voluntad humana, sino los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados del Espíritu Santo.”  2 Pedro 1:21

 

Bueno, ¿quien es Jesús? ¿Qué dice la Biblia sobre Él? ¿Por qué tuvo que morir en la Cruz?

 

Echemos un vistazo a algunas cosas más profundas sobre la Biblia y no simplemente ver la prueba de que en realidad es la Palabra de Dios sino tome nota y vea el cómo se profetizó sobre la venida de Jesús y que Él es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.

 

“El siguiente día ve Juan á Jesús que venía á él, y dice: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.”  Juan 1:29

 

La Biblia profetizó que Jesús nacería de una virgen:

 

“Por tanto el mismo Señor os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y parirá hijo, y llamará su nombre Emmanuel.”  Isaías 7:14

 

Esto se ha cumplido:

 

“Y al sexto mes, el ángel Gabriel fué enviado de Dios á una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, A una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David: y el nombre de la virgen era María.  Y entrando el ángel á donde estaba, dijo, ¡Salve, muy favorecida! el Señor es contigo: bendita tú entre las mujeres.  Mas ella, cuando le vió, se turbó de sus palabras, y pensaba qué salutación fuese ésta.  Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia cerca de Dios.  Y he aquí, concebirás en tu seno, y parirás un hijo, y llamarás su nombre JESUS.  Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo: y le dará el Señor Dios el trono de David su padre: Y reinará en la casa de Jacob por siempre; y de su reino no habrá fin.  Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? porque no conozco varón.  Y respondiendo el ángel le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la virtud del Altísimo te hará sombra; por lo cual también lo Santo que nacerá, será llamado Hijo de Dios.  Y he aquí, Elisabet tu parienta, también ella ha concebido hijo en su vejez; y este es el sexto mes á ella que es llamada la estéril: Porque ninguna cosa es imposible para Dios.  Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase á mí conforme á tu palabra. Y el ángel partió de ella.”  Lucas 1:26-38

 

La Biblia profetizó que Jesús nacería en Belén:

 

“Mas tú, Beth-lehem Ephrata, pequeña para ser en los millares de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días del siglo.”  Miqueas 5:2

 

Esto se cumplió:

 

“Y ACONTECIÓ en aquellos días que salió edicto de parte de Augusto César, que toda la tierra fuese empadronada.  Este empadronamiento primero fué hecho siendo Cirenio gobernador de la Siria.  E iban todos para ser empadronados, cada uno á su ciudad.  Y subió José de Galilea, de la ciudad de Nazaret, á Judea, á la ciudad de David, que se llama Bethlehem, por cuanto era de la casa y familia de David; Para ser empadronado con María su mujer, desposada con él, la cual estaba encinta.  Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días en que ella había de parir.  Y parió á su hijo primogénito, y le envolvió en pañales, y acostóle en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.  Y había pastores en la misma tierra, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su ganado.  Y he aquí el ángel del Señor vino sobre ellos, y la claridad de Dios los cercó de resplandor; y tuvieron gran temor.  Mas el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: Que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.  Y esto os será por señal: hallaréis al niño envuelto en pañales, echado en un pesebre.  Y repentinamente fué con el ángel una multitud de los ejércitos celestiales, que alababan á Dios, y decían: Gloria en las alturas á Dios, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres.  Y aconteció que como los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores dijeron los unos á los otros: Pasemos pues hasta Bethlehem, y veamos esto que ha sucedido, que el Señor nos ha manifestado.  Y vinieron apriesa, y hallaron á María, y á José, y al niño acostado en el pesebre.  Y viéndolo, hicieron notorio lo que les había sido dicho del niño.  Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían.  Mas María guardaba todas estas cosas, confiriéndolas en su corazón.  Y se volvieron los pastores glorificando y alabando á Dios de todas las cosas que habían oído y visto, como les había sido dicho.”  Lucas 2:1-20

 

Bueno, el Nacimiento de Jesús de una virgen y la ciudad en la que Jesús nacería fueron claramente profetizados en la Biblia, evidencia de que ante la humanidad la Palabra de Dios no puede ser ignorada.

 

La Biblia no es simplemente un libro religioso, es realmente la Palabra de Dios para toda la humanidad. Bueno, ¿quién es Jesús?

 

En primer lugar, debemos comprender que Jesús es Dios hecho carne.

 

“Y aquel Verbo fué hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.”  Juan 1:14

 

“Y sin contradicción, grande es el misterio de la piedad: Dios ha sido manifestado en carne; ha sido justificado con el Espíritu; ha sido visto de los ángeles; ha sido predicado á los Gentiles; ha sido creído en el mundo; ha sido recibido en gloria.”  1 Timoteo 3:16

 

Debemos saber que Dios es parte de la Trinidad, que es Dios en tres personas.

 

“Yo y el Padre una cosa somos.”  Juan 10:30

 

“EN el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.  Este era en el principio con Dios.”  Juan 1:1-2

 

“Porque tres son los que dan testimonio en el cielo, el Padre, el Verbo, y el Espíritu Santo: y estos tres son uno.  Y tres son los que dan testimonio en la tierra, el Espíritu, y el agua, y la sangre: y estos tres concuerdan en uno.”  1 Juan 5:7-8

 

Hay una razón por la que Dios envió a Su Hijo Jesús al mundo y esa razón es que los hombres puedan ser salvos. Debemos comprender que el pecado entró al mundo y debemos darnos cuenta que cada uno de nosotros es culpable ante Dios Todopoderoso y no hay nada que podamos hacer para presentarnos ante Dios como justos sin tener a Cristo.

 

Ni las muchas obras, ni las múltiples penitencias, ni todas las tradiciones, ni ninguna cantidad de obras pueden expiar nuestro pecado. Solo la Sangre de Cristo nos hace libres, solo mediante Él podemos tener vida eterna y perdón de nuestros pecados. No hay otra manera.  

 

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado á su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.  Porque no envió Dios á su Hijo al mundo, para que condene al mundo, mas para que el mundo sea salvo por él.  El que en él cree, no es condenado; mas el que no cree, ya es condenado, porque no creyó en el nombre del unigénito Hijo de Dios.  Y esta es la condenación: porque la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz; porque sus obras eran malas.  Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene á la luz, porque sus obras no sean redargüidas.  Mas el que obra verdad, viene á la luz, para que sus obras sean manifestadas que son hechas en Dios.”  Juan 3:16-21

 

“A saber, el misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, mas ahora ha sido manifestado á sus santos: A los cuales quiso Dios hacer notorias las riquezas de la gloria de este misterio entre los Gentiles; que es Cristo en vosotros la esperanza de gloria: El cual nosotros anunciamos, amonestando á todo hombre, y enseñando en toda sabiduría, para que presentemos á todo hombre perfecto en Cristo Jesús:”…  Colosenses 1:26-28

 

“EMPERO la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo á la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?  Y la mujer respondió á la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto comemos; Mas del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, porque no muráis.  Entonces la serpiente dijo á la mujer: No moriréis; Mas sabe Dios que el día que comiereis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como dioses sabiendo el bien y el mal.  Y vió la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable á los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dió también á su marido, el cual comió así como ella.  Y fueron abiertos los ojos de entrambos, y conocieron que estaban desnudos: entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.  Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto al aire del día: y escondióse el hombre y su mujer de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto.  Y llamó Jehová Dios al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú?  Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y escondíme.  Y díjole: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses?  Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dió del árbol, y yo comí.  Entonces Jehová Dios dijo á la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí.  Y Jehová Dios dijo á la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida: Y enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.  A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera tus dolores y tus preñeces; con dolor parirás los hijos; y á tu marido será tu deseo, y él se enseñoreará de ti.  Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste á la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo, No comerás de él; maldita será la tierra por amor de ti; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida; Espinos y cardos te producirá, y comerás hierba del campo; En el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas á la tierra; porque de ella fuiste tomado: pues polvo eres, y al polvo serás tornado.”  Génesis 3:1-19

 

Mi querido lector, como verás el pecado ha entrado al mundo a través de la rebelión de Adán y Eva. Ese pecado se extendió de ellos a cada persona que ha nacido.

 

“He aquí, en maldad he sido formado, Y en pecado me concibió mi madre.”  Salmos 51:5

 

“Por cuanto todos pecaron, y están destituídos de la gloria de Dios;”… Romanos 3:23

 

“Porque la paga del pecado es muerte: mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.”  Romanos 6:23

 

“JUSTIFICADOS pues por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo:  Por el cual también tenemos entrada por la fe á esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.  Y no sólo esto, mas aun nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; Y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; Y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios está derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos es dado.  Porque Cristo, cuando aún éramos flacos, á su tiempo murió por los impíos.  Ciertamente apenas muere alguno por un justo: con todo podrá ser que alguno osara morir por el bueno.  Mas Dios encarece su caridad para con nosotros, porque siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.  Luego mucho más ahora, justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.  Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.  Y no sólo esto, mas aun nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por el cual hemos ahora recibido la reconciliación.  De consiguiente, vino la reconciliación por uno, así como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, y la muerte así pasó á todos los hombres, pues que todos pecaron.  Porque hasta la ley, el pecado estaba en el mundo; pero no se imputa pecado no habiendo ley.  No obstante, reinó la muerte desde Adam hasta Moisés, aun en los que no pecaron á la manera de la rebelión de Adam; el cual es figura del que había de venir.  Mas no como el delito, tal fué el don: porque si por el delito de aquel uno murieron los muchos, mucho más abundó la gracia de Dios á los muchos, y el don por la gracia de un hombre, Jesucristo.  Ni tampoco de la manera que por un pecado, así también el don: porque el juicio á la verdad vino de un pecado para condenación, mas la gracia vino de muchos delitos para justificación.  Porque, si por un delito reinó la muerte por uno, mucho más reinarán en vida por un Jesucristo los que reciben la abundancia de gracia, y del don de la justicia.  Así que, de la manera que por un delito vino la culpa á todos los hombres para condenación, así por una justicia vino la gracia á todos los hombres para justificación de vida.  Porque como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituídos pecadores, así por la obediencia de uno los muchos serán constituídos justos.  La ley empero entró para que el pecado creciese; mas cuando el pecado creció, sobrepujó la gracia; Para que, de la manera que el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna por Jesucristo Señor nuestro.”  Romanos 5

 

“Jesús le dice: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida: nadie viene al Padre, sino por mí.”  Juan 14:6

 

“Porque por gracia sois salvos por la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios: No por obras, para que nadie se gloríe.”  Efesios 2:8-9

 

“En el cual tenemos redención por su sangre, la remisión de pecados por las riquezas de su gracia,”… Efesios 1:7

 

“Y por él reconciliar todas las cosas á sí, pacificando por la sangre de su cruz, así lo que está en la tierra como lo que está en los cielos.”  Colosenses 1:20

 

“ESTAD, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no volváis otra vez á ser presos en el yugo de servidumbre.”  Gálatas 5:1

 

“El que cree en el Hijo, tiene vida eterna; mas el que es incrédulo al Hijo, no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.”  Juan 3:36

 

“En el cual tenemos redención por su sangre, la remisión de pecados: El cual es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda criatura” Colosenses 1:14-15

 

“Y en ningún otro hay salud; porque no hay otro nombre debajo del cielo, dado á los hombres, en que podamos ser salvos.”  Hechos 4:12

 

Hay muchos versículos bíblicos en este artículo. La razón es simple, la importancia de lo que hizo Cristo en la Cruz nunca debe ser desestimada. Cristo tuvo que morir en la Cruz por nuestros pecados, El proveyó la expiación.

 

“Y él es la propiciación por nuestros pecados: y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.”  1 Juan 2:2

 

“Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo fué muerto por nuestros pecados conforme á las Escrituras; Y que fué sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme á las Escrituras;”… 1 Corintios 15:3-4

 

“Al que no conoció pecado, hizo pecado por nosotros, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.”  2 Corintios 5:21

 

“Gracia sea á vosotros, y paz de Dios el Padre, y de nuestro Señor Jesucristo, El cual se dió á sí mismo por nuestros pecados para librarnos de este presente siglo malo, conforme á la voluntad de Dios y Padre nuestro;”… Gálatas 1:3-4

 

“Y de la manera que está establecido á los hombres que mueran una vez, y después el juicio; Así también Cristo fué ofrecido una vez para agotar los pecados de muchos; y la segunda vez, sin pecado, será visto de los que le esperan para salud.”  Hebreos 9:27-28

 

El pasaje de apertura de Isaías 53 habla sobre Cristo que murió en la Cruz por nuestros pecados. La Biblia había predicho sobre la muerte de Jesús y cómo sufriría en la Cruz mucho antes de que la crucifixión ocurriera.

 

“Al Músico principal, sobre Ajeleth-sahar Salmo de David. DIOS mío, Dios mío, ¿por qué me has dejado? ¿Por qué estás lejos de mi salud, y de las palabras de mi clamor?  Dios mío, clamo de día, y no oyes; Y de noche, y no hay para mí silencio.  Tú empero eres santo, Tú que habitas entre las alabanzas de Israel.  En ti esperaron nuestros padres: Esperaron, y tú los libraste.  Clamaron á ti, y fueron librados: Esperaron en ti, y no se avergonzaron.  Mas yo soy gusano, y no hombre; Oprobio de los hombres, y desecho del pueblo.  Todos los que me ven, escarnecen de mí; Estiran los labios, menean la cabeza, diciendo:  Remítese á Jehová, líbrelo; Sálvele, puesto que en él se complacía.  Empero tú eres el que me sacó del vientre, El que me haces esperar desde que estaba á los pechos de mi madre.  Sobre ti fuí echado desde la matriz: Desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios.  No te alejes de mí, porque la angustia está cerca; Porque no hay quien ayude.  Hanme rodeado muchos toros; Fuertes toros de Basán me han cercado.  Abrieron sobre mí su boca, Como león rapante y rugiente.  Heme escurrido como aguas, Y todos mis huesos se descoyuntaron: Mi corazón fué como cera, Desliéndose en medio de mis entrañas.  Secóse como un tiesto mi vigor, Y mi lengua se pegó á mi paladar; Y me has puesto en el polvo de la muerte.  Porque perros me han rodeado, Hame cercado cuadrilla de malignos: Horadaron mis manos y mis pies.  Contar puedo todos mis huesos; Ellos miran, considéranme.  Partieron entre sí mis vestidos, Y sobre mi ropa echaron suertes.  Mas tú, Jehová, no te alejes; Fortaleza mía, apresúrate para mi ayuda.  Libra de la espada mi alma; Del poder del perro mi única.  Sálvame de la boca del león, Y óyeme librándome de los cuernos de los unicornios.  Anunciaré tu nombre á mis hermanos: En medio de la congregación te alabaré.  Los que teméis á Jehová, alabadle; Glorificadle, simiente toda de Jacob; Y temed de él, vosotros, simiente toda de Israel.  Porque no menospreció ni abominó la aflicción del pobre, Ni de él escondió su rostro; Sino que cuando clamó á él, oyóle.  De ti será mi alabanza en la grande congregación; Mis votos pagaré delante de los que le temen.  Comerán los pobres, y serán saciados: Alabarán á Jehová los que le buscan: Vivirá vuestro corazón para siempre.  Acordarse han, y volveránse á Jehová todos los términos de la tierra; Y se humillarán delante de ti todas las familias de las gentes.  Porque de Jehová es el reino; Y él se enseñoreará de las gentes.  Comerán y adorarán todos los poderosos de la tierra: Postraránse delante de él todos los que descienden al polvo, Si bien ninguno puede conservar la vida á su propia alma.  La posteridad le servirá; Será ella contada por una generación de Jehová.  Vendrán, y anunciarán al pueblo que naciere, Su justicia que él hizo.”  Salmos 22

 

¡En el Nacimiento, Muerte y Resurrección de Jesús se cumplieron más de 300 profecías del Antiguo Testamento! Incluso quiero que sepas que Jesucristo murió en la Cruz por ti.

 

“Y VENIDA la mañana, entraron en consejo todos los príncipes de los sacerdotes, y los ancianos del pueblo, contra Jesús, para entregarle á muerte.  Y le llevaron atado, y le entregaron á Poncio Pilato presidente.  Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado, volvió arrepentido las treinta piezas de plata á los príncipes de los sacerdotes y á los ancianos, Diciendo: Yo he pecado entregando la sangre inocente. Mas ellos dijeron: ¿Qué se nos da á nosotros? Viéraslo tú.  Y arrojando las piezas de plata en el templo, partióse; y fué, y se ahorcó.  Y los príncipes de los sacerdotes, tomando las piezas de plata, dijeron: No es lícito echarlas en el tesoro de los dones, porque es precio de sangre.  Mas habido consejo, compraron con ellas el campo del alfarero, por sepultura para los extranjeros.  Por lo cual fué llamado aquel campo, Campo de sangre, hasta el día de hoy.  Entonces se cumplió lo que fué dicho por el profeta Jeremías, que dijo: Y tomaron las treinta piezas de plata, precio del apreciado, que fué apreciado por los hijos de Israel; Y las dieron para el campo del alfarero, como me ordenó el Señor.  Y Jesús estuvo delante del presidente; y el presidente le preguntó, diciendo: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Y Jesús le dijo: Tú lo dices.  Y siendo acusado por los príncipes de los sacerdotes, y por los ancianos, nada respondió.  Pilato entonces le dice: ¿No oyes cuántas cosas testifican contra ti?  Y no le respondió ni una palabra; de tal manera que el presidente se maravillaba mucho, Y en el día de la fiesta acostumbraba el presidente soltar al pueblo un preso, cual quisiesen.  Y tenían entonces un preso famoso que se llamaba Barrabás.  Y juntos ellos, les dijo Pilato: ¿Cuál queréis que os suelte? ¿á Barrabás ó á Jesús que se dice el Cristo?  Porque sabía que por envidia le habían entregado.  Y estando él sentado en el tribunal, su mujer envió á él, diciendo: No tengas que ver con aquel justo; porque hoy he padecido muchas cosas en sueños por causa de él.  Mas los príncipes de los sacerdotes y los ancianos, persuadieron al pueblo que pidiese á Barrabás, y á Jesús matase.  Y respondiendo el presidente les dijo: ¿Cuál de los dos queréis que os suelte? Y ellos dijeron: A Barrabás.  Pilato les dijo: ¿Qué pues haré de Jesús que se dice el Cristo? Dícenle todos: Sea crucificado.  Y el presidente les dijo: Pues ¿qué mal ha hecho? Mas ellos gritaban más, diciendo: Sea crucificado.  Y viendo Pilato que nada adelantaba, antes se hacía más alboroto, tomando agua se lavó las manos delante del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este justo veréislo vosotros.  Y respondiendo todo el pueblo, dijo: Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos.  Entonces les soltó á Barrabás: y habiendo azotado á Jesús, le entregó para ser crucificado.  Entonces los soldados del presidente llevaron á Jesús al pretorio, y juntaron á él toda la cuadrilla; Y desnudándole, le echaron encima un manto de grana; Y pusieron sobre su cabeza una corona tejida de espinas, y una caña en su mano derecha; é hincando la rodilla delante de él, le burlaban, diciendo: ¡Salve, Rey de los Judíos!  Y escupiendo en él, tomaron la caña, y le herían en la cabeza.  Y después que le hubieron escarnecido, le desnudaron el manto, y le vistieron de sus vestidos, y le llevaron para crucificarle.  Y saliendo, hallaron á un Cireneo, que se llamaba Simón: A éste cargaron para que llevase su cruz.  Y como llegaron al lugar que se llamaba Gólgotha, que es dicho, El lugar de la calavera, Le dieron á beber vinagre mezclado con hiel: y gustando, no quiso beberlo  Y después que le hubieron crucificado, repartieron sus vestidos, echando suertes: para que se cumpliese lo que fué dicho por el profeta: Se repartieron mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes.  Y sentados le guardaban allí.  Y pusieron sobre su cabeza su causa escrita: ESTE ES JESUS EL REY DE LOS JUDÍOS.  Entonces crucificaron con él dos ladrones, uno á la derecha, y otro á la izquierda.  Y los que pasaban, le decían injurias, meneando sus cabezas, Y diciendo: Tú, el que derribas el templo, y en tres días lo reedificas, sálvate á ti mismo: si eres Hijo de Dios, desciende de la cruz.  De esta manera también los príncipes de los sacerdotes, escarneciendo con los escribas y los Fariseos y los ancianos, decían: A otros salvó, á sí mismo no puede salvar: si es el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, y creeremos en él.  Confió en Dios: líbrele ahora si le quiere: porque ha dicho: Soy Hijo de Dios.  Lo mismo también le zaherían los ladrones que estaban crucificados con él.  Y desde la hora de sexta fueron tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora de nona.  Y cerca de la hora de nona, Jesús exclamó con grande voz, diciendo: Eli, Eli, ¿lama sabachtani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?  Y algunos de los que estaban allí, oyéndolo, decían: A Elías llama éste.  Y luego, corriendo uno de ellos, tomó una esponja, y la hinchió de vinagre, y poniéndola en una caña, dábale de beber.  Y los otros decían: Deja, veamos si viene Elías á librarle.  Mas Jesús, habiendo otra vez exclamado con grande voz, dió el espíritu.  Y he aquí, el velo del templo se rompió en dos, de alto á bajo: y la tierra tembló, y las piedras se hendieron; Y abriéronse los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron; Y salidos de los sepulcros, después de su resurrección, vinieron á la santa ciudad, y aparecieron á muchos.  Y el centurión, y los que estaban con él guardando á Jesús, visto el terremoto, y las cosas que habían sido hechas, temieron en gran manera, diciendo: Verdaderamente Hijo de Dios era éste.  Y estaban allí muchas mujeres mirando de lejos, las cuales habían seguido de Galilea á Jesús, sirviéndole: Entre las cuales estaban María Magdalena, y María la madre de Jacobo y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo.  Y como fué la tarde del día, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, el cual también había sido discípulo de Jesús.  Este llegó á Pilato, y pidió el cuerpo de Jesús: entonces Pilato mandó que se le diese el cuerpo.  Y tomando José el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia, Y lo puso en su sepulcro nuevo, que había labrado en la peña: y revuelta una grande piedra á la puerta del sepulcro, se fué.  Y estaban allí María Magdalena, y la otra María, sentadas delante del sepulcro.  Y el siguiente día, que es después de la preparación, se juntaron los príncipes de los sacerdotes y los Fariseos á Pilato, Diciendo: Señor, nos acordamos que aquel engañador dijo, viviendo aún: Después de tres días resucitaré.  Manda, pues, que se asegure el sepulcro hasta el día tercero; porque no vengan sus discípulos de noche, y le hurten, y digan al pueblo: Resucitó de los muertos. Y será el postrer error peor que el primero.  Y Pilato les dijo: Tenéis una guardia: id, aseguradlo como sabéis.  Y yendo ellos, aseguraron el sepulcro, sellando la piedra, con la guardia.”  Mateo 27

 

Incluso el dominio del sepulcro no pudo contener a Jesús pues Él resucitó de la muerte.

 

“Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho.  Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos.  Porque así como en Adam todos mueren, así también en Cristo todos serán vivificados.”  1 Corintios 15:20-22

 

“Y LA víspera de sábado, que amanece para el primer día de la semana, vino María Magdalena, y la otra María, á ver el sepulcro.  Y he aquí, fué hecho un gran terremoto: porque el ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, había revuelto la piedra, y estaba sentado sobre ella.  Y su aspecto era como un relámpago, y su vestido blanco como la nieve.  Y de miedo de él los guardas se asombraron, y fueron vueltos como muertos.  Y respondiendo el ángel, dijo á las mujeres: No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis á Jesús, que fué crucificado.  No está aquí; porque ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fué puesto el Señor.  E id presto, decid á sus discípulos que ha resucitado de los muertos: y he aquí va delante de vosotros á Galilea; allí le veréis; he aquí, os lo he dicho.  Entonces ellas, saliendo del sepulcro con temor y gran gozo, fueron corriendo á dar las nuevas á sus discípulos. Y mientras iban á dar las nuevas á sus discípulos, He aquí, Jesús les sale al encuentro, diciendo: Salve. Y ellas se llegaron y abrazaron sus pies, y le adoraron.”  Mateo 28:1-9

 

“El cual está á la diestra de Dios, habiendo subido al cielo; estando á él sujetos los ángeles, y las potestades, y virtudes.”  1 Pedro 3:22

 

Verdaderamente, en Cristo todo es más simple (2 Cor. 11:3).  Tú, querido lector, estás en aprietos, tienes la necesidad de un Salvador. Ese Salvador ha venido al mundo y ha derramado su sangre en la Cruz por tus pecados.

 

Como ves, el problema es que el pecado entró al mundo y por ello, todos pecaron. Esa prueba mencionada anteriormente referente a la serpiente (Satanás) en el Jardín del Eden es cuando el pecado entró al mundo. Ahora, todos hemos pecado y si alguna persona dice que no ha pecado, es un mentirosa.

 

“Si dijéremos que no tenemos pecado, nos engañamos á nosotros mismos, y no hay verdad en nosotros.  Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para que nos perdone nuestros pecados, y nos limpie de toda maldad.  Si dijéremos que no hemos pecado, lo hacemos á él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.”  1 Juan 1:8-10

 

Si no estamos dispuestos a admitir que somos pecadores, culpables del justo Juicio de Dios entonces absolutamente no hay esperanza para nosotros.

 

“Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda, No hay quien busque á Dios; Todos se apartaron, á una fueron hechos inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni aun uno: Sepulcro abierto es su garganta; Con sus lenguas tratan engañosamente; Veneno de áspides está debajo de sus labios; Cuya boca está llena de maledicencia y de amargura; Sus pies son ligeros á derramar sangre; Quebrantamiento y desventura hay en sus caminos; Y camino de paz no conocieron: No hay temor de Dios delante de sus ojos.”  Romanos 3:10-18

 

Dios demanda que todos los hombres se arrepientan de sus pecados. ¿Acaso puedes arrepentirte de tu pecado sino sientes hacerlo? ¿Sino vez nada malo en tu pecado acaso puedes dejarlo? ¿Simplemente puedes creer en Jesús e ir al Cielo a pesar de que no te arrepientas?

 

Entonces ¿por qué Jesús murió en la Cruz, si no es para pagar la penalidad por nuestro pecado? Mira, debes darte cuenta de que tus pecados te separan de Dios (Isa. 59:2).  Debes darte cuenta de que eres culpable ante Nuestro Santo Dios, el Único Dios (Isa. 45:5) y arrepentirte de esas cosas y ya no querer volver a hacerlas más.

 

Porque hay una elección que cada persona hará durante su estadía en esta tierra. Para muchos esto puede ser resumido entre ir al Cielo y el Infierno, realmente creo que es una elección de arrepentimiento hacia Dios y el actuar con fe creyendo en Jesucristo como su Salvador o no. Sin embargo, esa elección asegurará la elección que tomemos, ya sea en el Lago de Fuego (Infierno) o en el Cielo.

 

“Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua.”  Daniel 12:2

 

“Y de la manera que está establecido á los hombres que mueran una vez, y después el juicio;”… Hebreos 9:27

 

“Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado sobre él, de delante del cual huyó la tierra y el cielo; y no fué hallado el lugar de ellos.  Y vi los muertos, grandes y pequeños, que estaban delante de Dios; y los libros fueron abiertos: y otro libro fué abierto, el cual es de la vida: y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.  Y el mar dió los muertos que estaban en él; y la muerte y el infierno dieron los muertos que estaban en ellos; y fué hecho juicio de cada uno según sus obras.  Y el infierno y la muerte fueron lanzados en el lago de fuego. Esta es la muerte segunda.  Y el que no fué hallado escrito en el libro de la vida, fué lanzado en el lago de fuego.”  Apocalipsis 20:11-15

 

La mayoría de personas tienen un problema con respecto al arrepentimiento. Muchos sienten que no son culpables para ir al fuego eterno. Mientras que admiten que no son “perfectos” muy pocos se verían así mismos a la luz de cómo Dios Todopoderoso los ve.

 

Cuando se consideran rectos o buenos, Dios los ve realmente tal como son.

 

“Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento.”  Isaías 64:6

 

El mensaje del evangelio simplemente se encuentra resumido en Hechos 20:21:

 

 

“Testificando á los Judíos y á los Gentiles arrepentimiento para con Dios, y la fe en nuestro Señor Jesucristo.”

 

 

Incluso la Biblia también es clara sobre el punto de que no basta creer en Jesús sino también en arrepentirse de los pecados.

 

 

“Empero Dios, habiendo disimulado los tiempos de esta ignorancia, ahora denuncia á todos los hombres en todos los lugares que se arrepientan: Por cuanto ha establecido un día, en el cual ha de juzgar al mundo con justicia, por aquel varón al cual determinó; dando fe á todos con haberle levantado de los muertos.”  Hechos 17:30-31

 

Mientras que el Cielo es para toda la eternidad, para aquellos que son Salvos mediante la sangre de Cristo, también el Infierno lo es para toda la eternidad.

 

“Mas á los temerosos é incrédulos, á los abominables y homicidas, á los fornicarios y hechiceros, y á los idólatras, y á todos los mentirosos, su parte será en el lago ardiendo con fuego y azufre, que es la muerte segunda.”  Apocalipsis 21:8

 

A menudo deseo poder convencer a las personas de la realidad del Infierno. Hay muchos problemas en el mundo de hoy, en realidad es alucinante lo rápido que van las cosas hacia el mal. Incluso muchas personas también tienen problemas en sus vidas personales.

 

Sus vidas a menudo están llenas de angustia, tristeza como resultado del pecado. Mientras ciertamente hay muchas personas que luchan por llegar a fin de mes económicamente, hay otros, ricos o pobres que luchan por sus vidas personales.

 

Sin Cristo este es un mundo vacío, un mundo lleno de vanidad y sin valor. Todas estas cosas son pasajeras y todos debemos saber que no podremos llevarnos nada cuando muramos.

 

“El fin de todo el discurso oído es este: Teme á Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre.  Porque Dios traerá toda obra á juicio, el cual se hará sobre toda cosa oculta, buena ó mala.”  Eclesiastés 12:13-14

 

Sin embargo, la vida de las personas está llena de esas vanidades, ya sea problemas vanos en el hogar, en sus trabajos o de supervivencia diaria. Sus mentes están contaminadas con las cosas de este mundo, los interminables videoclips posteados en el internet, el aluvión constante de mensajes de texto y twiter asimismo, el gusto constante de las personas por publicar sus cosas en la internet, así como, la suciedad que llena las mentes de aquellos que ven tales cosas en la televisión y las películas.

 

Ricos o pobres están distraídos con drogas y alcohol. Escuchan la música que eligen mientras conducen cuesta abajo por la carretera o están sentados en la vereda. Están distraídos por las cosas de este mundo e incluso si un predicador capta su atención por un momento, sus amigos les recuerdan que deben seguir haciendo lo que les gusta.

 

“Vanidad de vanidades, dijo el Predicador; vanidad de vanidades, todo vanidad.  ¿Qué provecho tiene el hombre de todo su trabajo con que se afana debajo del sol?  Generación va, y generación viene: mas la tierra siempre permanece.  Y sale el sol, y pónese el sol, y con deseo vuelve á su lugar donde torna á nacer.  El viento tira hacia el mediodía, y rodea al norte; va girando de continuo, y á sus giros torna el viento de nuevo.  Los ríos todos van á la mar, y la mar no se hinche; al lugar de donde los ríos vinieron, allí tornan para correr de nuevo.  Todas las cosas andan en trabajo más que el hombre pueda decir: ni los ojos viendo se hartan de ver, ni los oídos se hinchen de oir. ¿Qué es lo que fué? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará: y nada hay nuevo debajo del sol.  ¿Hay algo de que se pueda decir: He aquí esto es nuevo? Ya fué en los siglos que nos han precedido.  No hay memoria de lo que precedió, ni tampoco de lo que sucederá habrá memoria en los que serán después.”  Eclesiastés 1:2-11

 

Al mundo no le importa y la tumba los acepta con agrado. Después de una o dos generaciones, ellos pasarán y serán olvidados.  Sin embargo, la tumba no los olvida, porque EL, Quien creó las almas, los recuerda. Él también recuerda sus obras.

 

Son considerados responsables de sus pecados, son recordados en los libros pero sus nombres no están escritos en el Libro de la Vida. Porque ellos vivieron en esta tierra y abandonaron la Salvación, no se arrepintieron, no aceptaron a Cristo como su Salvador.

 

Despertarán y la tumba los vomitará. Estarán ante su Creador en el Juicio del Gran Trono Blanco en donde Dios lo recordará. A pesar de que lo sabían, serán juzgados.

 

¿Qué valor tenía para ellos y qué valor tiene para ti el no aceptar el regalo de Dios? Por que de tal manera amó Dios al mundo que envió a Su Único Hijo para que salve al mundo pero los hombres se burlaron de dicha idea y algunos también proclamaron ser demasiado inteligentes para tales cosas. Al final, sus burlas se convertirán en llanto y crujir de dientes y aquellos que eran sabios a sus propios ojos serán contados como nada, como tontos.

 

“Nadie se engañe á sí mismo: si alguno entre vosotros parece ser sabio en este siglo, hágase simple, para ser sabio.  Porque la sabiduría de esta mundo es necedad para con Dios; pues escrito está: El que prende á los sabios en la astucia de ellos.  Y otra vez: El Señor conoce los pensamientos de los sabios, que son vanos.”  1 Corintios 3:18-20

 

Les gusta conducir alrededor de las grandes ciudades, con música a todo volumen y armas de fuego a sus lados. Son dueños de la cuadra, mandan en las calles pero en realidad lo único que están ganando es la ira de Dios que está sobre los hijos de desobediencia.  

 

“Por las cuales cosas la ira de Dios viene sobre los hijos de rebelión.”   Colosenses 3:6

 

Los hombres no quieren cambiar, no quieren buscar las cosas de Dios. Para ellos, es una tontería, su orgullo no les permitirá darse cuenta. No pueden comprender la sencillez, ellos no pueden ser como niños pequeños y simplemente creer en el Evangelio por la fe. Más bien se hacen enemigos de Dios (Rom. 5:10) y los hijos del dios de este mundo (2 Cor. 4:4).

 

“Porque la palabra de la cruz es locura á los que se pierden; mas á los que se salvan, es á saber, á nosotros, es potencia de Dios.  Porque está escrito: Destruiré la sabiduría de los sabios, Y desecharé la inteligencia de los entendidos.  ¿Qué es del sabio? ¿qué del escriba? ¿qué del escudriñador de este siglo? ¿no ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo?  Porque por no haber el mundo conocido en la sabiduría de Dios á Dios por sabiduría, agradó á Dios salvar á los creyentes por la locura de la predicación.  Porque los Judíos piden señales, y los Griegos buscan sabiduría: Mas nosotros predicamos á Cristo crucificado, á los Judíos ciertamente tropezadero, y á los Gentiles locura; Empero á los llamados, así Judíos como Griegos, Cristo potencia de Dios, y sabiduría de Dios.  Porque lo loco de Dios es más sabio que los hombres; y lo flaco de Dios es más fuerte que los hombres.”  1 Corintios 1:18-25

 

Sin embargo, eso incluye a cualquiera que simplemente se arrepienta y crea en el Evangelio (Marcos 1:15).  Sin Cristo, no hay nada, sin Cristo estás condenado … a quemarropa. Habrás escuchado de Jesús unos miles de veces antes o quizá sea tu primera vez. Incluso ahora es el día de Salvación, no lo pospongas.

 

“(Porque dice: En tiempo aceptable te he oído, Y en día de salud te he socorrido: he aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salud:)”…  2 Corintios 6:2

 

¿Cuándo, finalmente te darás cuenta de que eres merecedor del juicio de Dios y aceptarás el regalo gratuito de la Salvación mediante Jesucristo, arrepintiéndote y abandonando tus obras pecaminosas? ¿Cuánto tiempo seguirás, cuánto tiempo más? Cuando reflexiones, vivirás con miedo, con tu conciencia testificando sobre tu culpabilidad.

 

Te imploro que consideres estas cosas, busques la Biblia para ver lo que dice Dios sobre esta vida, tu vida. Porque eventualmente llegará el momento en que la línea se cruzará y su destino habrá sido sellado.

 

“El que es injusto, sea injusto todavía: y el que es sucio, ensúciese todavía: y el que es justo, sea todavía justificado: y el santo sea santificado todavía.  Y he aquí, yo vengo presto, y mi galardón conmigo, para recompensar á cada uno según fuere su obra.”  Apocalipsis 22:11-12

 

Lo que Jesús, nuestro Redentor, hizo en la Cruz fue notable. El pagó la pena por nuestros pecados, Él llevó nuestras iniquidades. Nuestro castigo, que es para cada persona, ya fue pagado por Cristo para aquellos que se arrepientan ante Dios y crean en Jesucristo. Ese es el regalo maravilloso que Dios nos otorgó a cada uno a pesar de ser indignos de ello.

 

¿Que harás, mi querido lector, pondrás tu confianza en Él o seguirás en tu propio camino, un camino hacia la destrucción?

 

“Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por la muerte al que tenía el imperio de la muerte, es á saber, al diablo, Y librar á los que por el temor de la muerte estaban por toda la vida sujetos á servidumbre.”  Hebreos 2:14-15

 

“Y el que vivo, y he sido muerto; y he aquí que vivo por siglos de siglos, Amén. Y tengo las llaves del infierno y de la muerte.”  Apocalipsis 1:18

 

¡Amen!